Comienza la producción del Clase A híbrido enchufable.
28.02.2020

La Clase A con propulsión híbrida enchufable se produce en la misma línea de la planta de Mercedes-Benz en Rastatt que los modelos con sistemas de propulsión convencionales.
La planta de Mercedes-Benz en Rastatt comenzó a adquirir experiencia en la construcción de vehículos eléctricos de 2014 a 2017. Durante este período, se produjo allí el B 250 e (consumo de energía combinado 16,6 kWh/100 km, emisiones combinadas de CO2: 0 g/km)[2], un vehículo totalmente eléctrico con una autonomía de hasta 230 kilómetros.
Con la actual producción de vehículos híbridos, y la próxima de eléctricos, la planta de Mercedes-Benz en Rastatt está realizando una importante contribución al plan “Ambition 2039”. Así es como Mercedes-Benz Cars denomina su ambicioso camino hacia la movilidad sostenible y la protección ante el cambio climático en toda la cadena de valor añadido. Para el año 2039, el Grupo aspira a tener una nueva gama de turismos neutra en emisiones de carbono; y para 2030, la compañía se ha marcado como objetivo que más del 50% de los coches que comercialice sean híbridos enchufables o totalmente eléctricos.
El módulo híbrido que impulsa al Clase A es extremadamente compacto: el motor eléctrico está integrado en la transmisión de doble embrague de ocho velocidades. Por primera vez en un vehículo Mercedes-Benz, el motor de combustión es arrancado exclusivamente por el motor eléctrico (los híbridos compactos no tienen un motor de arranque por separado). El motor eléctrico puede alcanzar 75 kW. En conjunto con el motor de cuatro cilindros de 1,33 litros, se genera una potencia del sistema de 160 kW (218 CV) y un par de 450 Nm. Gracias a la potencia del motor eléctrico EQ, estos automóviles responden muy rápidamente al pedal del acelerador y ofrecen un rendimiento impresionante: el A 250 e, por ejemplo, acelera de 0 a 100 km/h en 6,6 segundos, con una velocidad máxima de 235 km/h